jueves, 4 de febrero de 2016

FOTOS JUEVES 15 JULIO DE 2004

En primer término Juanma aclarando los cabos con Nano, a medida que se desenrollaban de la bobina.

Otra imagen del aclarado de los cabos guías, algo fundamental para realizar el laboreo con los cabos sin que se produzcan enredos en el momento más inoportuno.

Los cabos preparados para realizar la maniobra de pasarlos a la orilla opuesta mediante el empleo de la tirolina. En la parte superior derecha de la imagen se aprecia una de las argollas de fijación de la balsa.

Vista general de la zona de trabajo. En primer término la balsa constituida por "cubis" aún sin la cubierta de madera. Detrás de ésta, los dos pantalanes con sus cubiertas de madera y sus candeleros colocados, pero a falta del brezo decorativo para cubrir los costados. En la misma orilla, a la derecha de los pantalanes, los cabos adujados junto a los anclajes, y Juanma preparando la maniobra del traslado de los chicotes de los cabos a la orilla occidental. En la orilla occidental, la máquina mixta acondicionando el terreno.

Otra vista de los cabos aclarados con el fin de no tener problemas durante la maniobra.


Cabo enganchado en la tirolina, listo para ser trasladado hacia la orilla occidental. La máquina se afanaba en mejorar el terreno de la zona donde desembarcaría la comitiva y se colocaría el público que asistió al evento el 17 de julio.


Vista de la explanada de trabajo hacia el sur. No puede negarse que trabajamos de manera ordenada.


Nano preparando el amarre de uno de los cabos guías en uno de los anclajes de la orilla occidental. Una vez efectuado el amarre, se tensaría desde la otra orilla con la ayuda de un diferencial de cadena o polipasto.

Cuando pasamos los cabos de un lado a otro del cauce y rozaron la superficie del agua, pudimos constatar la fuerza de la corriente, lo cual se constata en la fotografía. En relación con el día anterior, la fuerza de la corriente se había incrementado.


Otra imagen del tendido de cabos.


Juanma tensando uno de los cabos con ayuda de un diferencial de cadena. La tensión del cabo era determinante para el correcto deslizamiento de la balsa.


Uno de los pantalanes listo para ser botado. Obsérvese la cubierta de madera, los candeleros forrados de arpillera y los costados forrados de brezo, en ambos casos por razones decorativas, para disimular el gris de los "cubis" y el de los candeleros de PVC.


Botadura del primer pantalán. Lo amarraríamos provisionalmente en esa misma orilla, para más tarde pasarlo a la orilla opuesta navegando encima.


El pantalán ubicado en el lugar previsto, aunque éste pasaría a la otra orilla.

El que suscribe faenando junto a la balsa. Encima de la misma se pueden ver tres setas sin colocar de las que se emplean para ensamblar los "cubis".

Cruzando a la orilla occidental con el pantalán, con Nano en cabeza, Javier en el centro y yo detrás. El pantalán iba sujeto a las argollas del cabo sur y nosotros tirábamos del cabo de braceo como si estuviésemos marineando. Obsérvese cómo se nota el efecto de la fuerza de la corriente sobre el costado de babor, en el sentido de la marcha. (Foto tomada por Juanma)

Superando la mitad del cauce. Al fondo entre los olivos, dos motoristas de la Policía Municipal de Mengíbar observan nuestras evoluciones. (Foto tomada por Juanma)

Casi alcanzando la orilla opuesta. Obsérvese la escora hacia babor por efecto de la corriente. (Foto tomada por Juanma)

Objetivo completado al alcanzar sin novedad la orilla opuesta. Poco después Nano intentaría regresar a la otra orilla asegurándose al cabo mediante el mosquetón que llevaba en el cinto, pero debido a la fuerza de la corriente tuvo que desistir. (Foto tomada por Juanma)


Trabajando con la balsa bajo la protección del toldo. En primer lugar preparamos un cinturón de madera que rodeaba los "cubis", dejando por dentro los candeleros, unido por la parte superior con largueros transversales en el sentido de la manga de la balsa. A continuación procedimos a montar la cubierta de madera clavando los listones longitudinalmente en el sentido de la eslora de la balsa.

Otra vista de la zona de trabajo bajo la protección del toldo, y ante todo orden.


Obsérvese la estructura de madera  sobre la que se clavaría la cubierta perpendicularmente a la misma y en el sentido de la eslora. A esas horas, durante la caída de la tarde, resultaba un poco más llevadero el trabajo debido a una sensible bajada de la temperatura. De no haber sido por el insufrible bochorno, el trabajo habría sido de lo más placentero.

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